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Sostenibilidad "y" Liderazgo: esa es la cuestión


”Es necesario detenerse a pensar en lo que hacemos para poder hacer lo que pensamos” Fernando Ulloa

En estos meses de cambio de época, los conceptos que se han ido sucediendo formaron una paleta colorida de ideas, conceptos y metáforas que esbozaron el estado de ánimo y expectativas de gran parte de la Humanidad.

En relación con el mundo de las empresas y como parte de este camino que estamos recorriendo hablamos de normalidades nuevas, crisis, oportunidades, de teletrabajo y de trabajar en casa, de la ética del cuidado, mujeres y género, líderes y liderazgos, adaptación, nuevos aprendizajes, paradigmas, innovación, empoderar, roles, diversidad, organizaciones inclusivas. Conciliación, multitasking, zoomear, mutear.

Todo esto en un contexto de cambio donde las personas en toda su integralidad, se han convertido en el centro.

Estoy convencida que este momento ha puesto de manifiesto la necesidad de potenciar la relación entre la Sostenibilidad y el Liderazgo en las empresas. Como nunca esta relación se ha evidenciado virtuosa y necesaria, exhibiendo el enorme potencial que posee y que muchas veces no está totalmente aprovechado.

Esta relación creo también nos va a permitir darle un norte a lo que estamos haciendo, va a constituir el PARA QUÉ de todo lo que nos estamos replanteando, en este contexto y en este tiempo.

Quisiera compartir y abrir la reflexión en este espacio.

Cuando decimos Sostenible o Sustentable

Usualmente cuando en la conversación irrumpe el término sostenible o sustentable, hay una asociación inmediata con lo medioambiental o con la capacidad de sostener algo a través del tiempo, en especial en temas relacionados con la economía.

La Sostenibilidad es un paradigma que nos acerca a la realidad de una manera holística, ya que tiene como objetivo la creación de valor económico, social, ambiental en lo que hacemos hoy en el mundo, con vistas al futuro de las generaciones venideras.

En este quehacer también se genera valor para impactar en las dimensiones de la vida pública y también en la ética-espiritual, porque principalmente va a agregar valor integral a todo lo que las personas generen bajo este modelo de gestión.

Modelo que, como sintetiza Gabriel Griffa, incluye en la actualidad la Gestión por Objetivos, el QUÉ, hoy dados por la agenda de los ODS (Objetivos del Desarrollo Sostenible) y la Gestión por Subjetivos, que implica el CÓMO hacemos que ese paradigma representado en 17 iniciativas se traduzca en hechos concretos, en mejoras y avances para la Humanidad y el Planeta y no en meros discursos.

Porque QUÉ hay que hacer está claro: objetivos, metas, indicadores. Medición de resultados. Agenda 2030.


Pero es necesario reparar en el CÓMO se lleva a cabo la gestión de la Sostenibilidad.

Eje y foco en las personas. Saber qué necesitan quienes llevan a cabo las acciones que definidas para hacer. Poner la mirada en quienes recae la responsabilidad de cumplir metas, tomar conciencia de lo necesario que es poner la atención en quienes lideran estos procesos. Focalizar en las personas y en los valores, en la ética, en la capacidad de construir ciudadanía, en la determinación para hacer los negocios y ganar dinero de manera honesta, en pensar en el impacto de lo que se hace en el presente y en el futuro de la vida de las generaciones, en equilibrio con el ambiente, en la inclusión y la diversidad como constitutivos de la sociedad y por ende, de las empresas.

Liderazgo y valor sostenible

Para generar valor sostenible en las organizaciones se requiere de un liderazgo especial. Empático, comprensivo, colaborativo. Con visión estratégica. Centrado en las personas, para que puedan, aquellas que ejerzan un liderazgo, dar contenido pleno y de sentido a lo que se hace.

Como nunca hoy en las gestiones organizacionales, es necesario poner el foco en quienes ejercen el liderazgo en ellas, en quienes llevan a cabo las adaptaciones y los cambios. En quienes tiene la misión de traducir en hechos el PARA QUÉ.

Para qué estamos, para qué somos, para qué hacemos, ahí, en ese espacio organizacional.

Ponemos mucho énfasis en la capacitación y formación para que las habilidades para la acción estén actualizadas, en la creación de espacios para la reflexión y el aprendizaje.

Pero necesitamos hacernos estas preguntas, básicas y esenciales.

Porque para construir organizaciones sostenibles se necesitan personas con visión, que les permitan una construcción a largo plazo, trascendente, para dejar huellas.

Personas que ejerzan un liderazgo que otorgue contenido pleno y de sentido a lo que se hace. Que sean los artífices para lograr que cuando una empresa dice que lo más importante que tiene es “su gente” esto adquiera la real dimensión que implica y que deje de ser un slogan o un aspiracional de lo políticamente correcto. Que sea creíble.

La innovación en el liderazgo para la gestión sostenible

Hoy escuchamos mucho acerca de la necesidad de ser innovadores.

La innovación también es ampliar la mirada. Abrir espacios para establecer conversaciones y escuchar lo que otros paradigmas nos pueden marcar como diferencial para nuestra gestión.

Esta reflexión también es una invitación a generar ese diálogo entre la gestión de las personas y la creación del valor sostenible, a través del poner el foco en el liderazgo.

Marcela Lagarde, antropóloga mexicana habla de los Liderazgos Entrañables, dentro de lo que son los nuevos liderazgos. En un detallado estudio y análisis de liderazgos de mujeres que tienen un estilo de manejo del poder diferente y del ejercicio de sus funciones, los define como liderazgos que salen de las entrañas, que comprometen a todo el ser.

Plantea un liderazgo con atributos que aplican a la gestión de la sostenibilidad, por representar atributos relacionados con lo que se necesita para ejercerla. Atributos que son independientes del género de las personas que los transitan.

Porque ellos son liderazgos apoyados en la ética, que buscan convencer y no imponer.

liderazgos de acción: impactan en la ejemplaridad, que es una de las dimensiones más profundas del liderazgo: hago lo que digo, digo lo que hago.

La acción es el ejemplo que hay que seguir. Quien dice lo que hay que hacer, lo hace.Sin dudarlo.

Los liderazgos entrañables hablan de la cultura y de una forma de conectarnos que no es la de un organigrama, sino la de una red a través del arte de la colaboración.

Por lo tanto es necesario que desde el liderazgo se promueva el construir y hacer funcionar con eficacia a la red, articulando el quehacer de personas equipos y organizaciones con maestría.

Tenemos la oportunidad de ampliar e integrar miradas. Desde las diferentes estrategias y áreas que hacen al desarrollo de y en las empresas. Integrando las prácticas y saliendo del concepto de silos.

Esta nueva época nos interpela con la necesidad de nuevos aprendizajes, para adaptarnos a nuevas situaciones donde la incertidumbre prima y donde las certezas son pocas.

Liderar en las organizaciones se ha transformado en uno de los principales desafíos.

En la raíz de lo que deseamos suceda en esos entornos.


Quienes lideran hoy tienen el desafío indubitable de ser guías, aún sin tener todas las respuestas, porque el liderazgo tiene hoy punto de partida en la incertidumbre. Esa es la principal certeza. Saberlo otorga desde ya una mirada cargada de valor. Quienes lideran muestran destinos a los que se quiere llegar.


Hoy tienen el espacio para compartir la incertidumbre sobre ese destino. Ahí está la potencia que adquiere, esa orientación basada en la libertad de aceptar que es un camino que estamos dispuestos a transitar, líderes y liderados.

Del que dependerá, aunque nos parezca o suene extraño, la sostenibilidad de la propia organización. Y también de este mundo nuestro que habitamos.


Es el momento. De unir los desafíos de estos paradigmas: el del Liderazgo y el de la Sostenibilidad. Y de respondernos a los PARA QUÉ que se suceden en las latitudes que habitamos.

Estemos preparados para dar esas respuestas. La oportunidad es ahora.




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